POLICIA CORRUPTA

Para muchos ciudadanos la policía cumple con la ley. Lamento decepcionarlos pero no es así, lo peor de todo es que hay jueces
corruptos que permiten que los uniformados planten pruebas falsas sin ninguna garantía para los acusados.
La ley exige dos testigos que afirmen los dichos policiales, nadie la cumple y alegan que los policías son funcionarios públicos por lo tanto no mienten. Es ahí donde entra en acción la corrupción policial y judicial.
No lo digo yo sólo, en declaraciones hechas al diario la capital por SS el Sr. Juez en lo penal a cargo del Juzgado de Sentencia N° 2 Dr. Antonio Ramos, el Domingo 27 de Agosto de 2006 dice: "Este sistema nace herido de muerte en la calle que camina la policía. Por eso es preciso modificar la estructura del proceso, pero también las condiciones y calidad de la investigación policial. En algunos supuestos se plantan armas, en otros se ocultan y en otros se apremia. Esas pruebas pecan en el mejor de los casos, de falta de idoneidad o de rigor en los procedimientos. En el peor de los supuestos son adulteradas por razones de corrupción institucional".
Los jueces permiten que policías corruptos hagan y deshagan procedimientos a su parecer sin decir la verdad, luego condenan a personas inocentes basándose en actas de procedimientos falsas o con pruebas plantadas.
Al menos el Juez Ramos tuvo el valor de declarar públicamente la corrupción policial, mejor aún sería que toda la justicia actúe en forma correcta y no permita que sigan sucediendo estas irregularidades•

DUEÑOS DE LA LEY
CORAZON DE PIEDRA


Hace muchos años conocí a un rebelde adolecente, quería ser alguien en esta sociedad Lamentablemente esta lo excluyó, sus actos de rebeldía hablaban de su desesperación por recibir ayuda. Muchas orejas, pocos oídos, ojos que no ven corazón que no siente.
Ese joven de familia clase media baja, mas baja si se lo mira de arriba, así miran los jueces a adolecentes con problemas de droga o de conducta.
Este joven con problemas en su familia conoció el dinero fácil, dinero que fue usado en un primer momento para suplir necesidades en su hogar, luego se uso para pagar sus necesidades, entre ellas, la droga, cocaína para ser más preciso.
Lamentablemente este joven conoció la cárcel, centro especializado para convertirse en delincuente. Hasta último momento pidió ayuda. En un principio creyó que el juez que estaba a cargo de su causa se la iba a dar, pobre muchacho ingenuo, creyó que tenia la oportunidad de su vida, le habían prometido un centro de rehabilitación para drogadependientes. Pero no tenía el dinero para pagar las tres primeras cuotas de rigor que exigen estos centros.
Lo peor de todo fue la promesa que le hizo el señor juez. "Te voy a dar la oportunidad enviándote a un centro para drogadependientes".
Creyó en la palabra de quien decidiría sobre su futuro, pero como centro de rehabilitación lo condenó a 5 años y 6 meses de prisión.
Mi pregunta es: ¿Qué hubiese sido de ese joven si Su Señoría lo ayudaba? Quizás sería lo que es hoy, o posiblemente sería un profesional, doctor, abogado o un trabajador honesto digno de vivir en sociedad.
Tengo 28 años y conocí la cárcel a los 19, en todos estos años salí y entre dos veces, lamentablemente en todo ese tiempo, el personal a cargo de mi re socialización sólo hizo endurecer mi corazón, a duros golpes, miradas indiferentes y comentarios como, este es un caso perdido.
Otras preguntas que me hago son: ¿Cómo se sentiría usted si le hubiese tocado vivir mi vida? ¿O cual hubiese sido su destino de haber estado en mi piel?
Lo que trato de decir con todo esto, es que hay muchos adolecentes o jóvenes con problemas de conducta, que piden a gritos como lo hice yo alguna vez, ser ayudado por los mal llamados dueños de la ley.
Día a día me hago las mismas preguntas. ¿No es función del estado ocuparse de jóvenes adictos sin oportunidad de vivir una vida digna?
¿No es función del estado re socializar a presos como yo, y brindarles oportunidades para una vida digna en un futuro próximo?
Señor lector
La respuesta la tiene usted, es libre de opinar como quiera.
Es claro que con este joven el estado no hizo nada, podrá darse cuenta por lo que acabó de contarle.
Pido a Dios que a esta nota la lean los dueños de la ley, en especial quien hace 9 años le quitó a ese joven la oportunidad de cambiar, cuando con falsas promesas le prometió ayudarlo.
Como dice en un principio muchas orejas pocos oídos, ojos que no ven corazón que no siente.
Pero sabe una cosa, todavía quedan oídos que nos escuchan y ojos que ven lo que padecemos los privados de la libertad.
Estas personas: algunos compañeros, otros, gente linda con ganas de ayudar a los que fuimos excluidos de la sociedad. A esas personas les doy mi más afectuoso reconocimiento por ayudarnos•